Darcy decidió entonces que quería tomar el tren en midtown. Darcy, en general, prefería caminar e ir a tomar el "L" hasta la calle 14 y de ahí hacer un transfer hasta la Octava Avenida, y de allí cumplir el resto del recorrido a pie, esquivando a esos artistas callejeros que se apostaban en la aceras a ofrecer sus pinturas y que le recordaban tanto a Rudovic González y que le daban tanta lástima y fastidio: siempre inflando su valor, siempre vendiendo cuadros por doscientos dólares; pinturas que no valían más de 99 centavos. Deberían aprovechar la coyuntura del Euro e irse a Francia y dejar las aceras de Nueva York un poco más transitables. Esos pintorzuelos! Siempre haciendo toda suerte de malabares para zafarse del anonimato; siempre tan furiosamente callejeros; siempre tan llenos de mañas y tan desesperadamente confusos y tan terriblemente perdedores; a Darcy le parecía que los artistas extranjeros, sobre todo los que venían de países tercermundistas como Rudovic, eran demasiado pagados de sí mismos, sin tener en cuenta el detalle de que estarían dispuestos a cambiar todo el bagaje de su talento por un ápice de legalidad. Darcy podría poner las manos en el fuego por la idea de que estos vendedores de la calle no tenían un sólo mérito universal y que si habían tomado el camino del arte era porque urgían desesperadamente de saltar alguna brecha social, lo cual estaba, del todo, históricamente acertado. Hacía parte de la dinámica social de una sociedad como la estadounidense, pero quizás eso era lo que más la irritaba de los artistas de la calle: esa vertiginosa necesidad de influir y encajar en un mundo que les había sido negado desde antes de nacer y, encima de todo, esperar a ser retribuidos con algún billete o, por lo menos, con alguna retroalimentación de tipo adulatoria. Qué se esperaban? Que ella iba a adornar su pent-house con aquellas baratijas? o que, Iría a cambiar su cosmovisión anglosajona del mundo por el sólo hecho de que un latinoamericano pudiera representar los colores del trópico? Por favor!!!! Si los irlandeses estuvieron aquí antes que los mongoles. Y entonces quiénes eran realmente los nativoamericanos? Darcy conocía a los artistas de la calle. Darcy había salido con uno de ellos. Darcy siempre los evitaba.