Rumbero dice que bajo la laguna hay túneles marinos por donde se llega a otros túneles marinos que te llevan a otros túneles oceánicos. Y que hay una comunidad de pasajeros perdidos que viven allí en el fondo del mar. Rumbero cuenta que se trata de un grupo de personas que iban en un tren de Nueva York y que de repente se vieron extraviados cuando el tren se atascó. Rumbero dice que era la ruta entre Times Square y la estación de la calle 14 y que era un viernes cualquiera de un diciembre muy concurrido en esa gran ciudad. En el aire se respiraba agitación y ansiedad. Nosotros muy atentos le decimos: "Vamos, Rumbero, queremos realidad". Entonces Rumbero se pone a contarnos una vieja historia de cuando se iba de farra con Vladimir y con Daniel, en la parte trasera del carro. Vladimir y Daniel lo sedaban con whisky y se lo llevaban de juerga por las calles de Cali. Rumbero dice que él se sentía un león muy afortunado, excepto hasta cuando le cortaron los colmillos para ponerlo a pasear por el jardín. Luego Rumbero vuelve con su vieja historia de una comunidad de pasajeros extraviados en Manhattan hasta cuando llegan las avionetas y empiezan a sobrevolar sobre nuestras cabezas. Entonces sabemos que es la hora de que todos nos vayamos a nuestras jaulas. Las avionetas nos ponen muy intranquilos a todos los animales de la villa.